Después de visitar Mobile y disfrutar de la granja y los animales de campo, seguimos viaje hacia New Orleans.
La idea era conocer el French Quarter, Bourbon Street, Jackson Square, comer las famosas Beignets del Café Du Monde, disfrutar de las bandas y el Jazz, los artistas callejeros, las exposiciones de arte, los espectáculos y atracciones de la ciudad. Como teníamos varias horas de viaje y una reservación de camping para el mediodía del día siguiente, decidimos hacer tiempo y pasar la noche en el estacionamiento de un Walmart en el estado de Mississippi. Todo venía muy bien hasta que a las pocas horas de llegar, un agente de seguridad tocó a la puerta de nuestra casa rodante y nos dijo que ya no permitían pernoctar en motorhomes, caravanas, travel trailers, etc. y eso nos obligó a tener que abandonar el lugar y avanzar un poco más, hasta encontrar un área segura poder descansar. No hay mal que por bien no venga, porque a sólo una hora encontramos un área de descanso espectacular a las puertas de Louisiana. Desde el parque estatal Saint Bernard fuimos a conocer New Orleans. Como esto sucedió a principios de Febrero, el ambiente de carnaval ya se empezaba a sentir. Las plazas, negocios, casas y balcones ya estaban decorados y preparados para albergar a los miles de turistas que visitan esta ciudad para celebrar Mardi Gras. New Orleans tiene una historia y mezcla cultural que la hace muy atractiva. Mucha gente opinará que no es un lugar muy seguro para transitar en familia. Pero los locales opinan que el tema de la seguridad es relativo, sólo hay que ser inteligente en cuanto a los lugares que se deben evitar. Si no transitas por la calle Bourbon a las 3 de la mañana, muy probablemente no tengas ningún inconveniente. Nosotros llegamos temprano y nos fuimos a las 5 de la tarde. Tomando las precauciones necesarias pudimos disfrutar mucho de todo lo que ofrece esta bella ciudad.